miércoles, 4 de mayo de 2011

Fuegos de mayo

Soy usuario del Sarmiento. Viajo todos los días para ir a trabajar a capital. Así que esto me toca personalmente.
Me llamó la atención (llamar la atención es un decir, en realidad ya se puede esperar cualquier cosa de cierto sector de la prensa) una encuesta muy poco rigurosa publicada en el diario La Razón que decía que el 75% de los encuestados piensa que en los incendios de los vagones del otro día hubo sabotaje. Realmente no es alarmante el resultado del estudio, ya que habría que ver si es representativo, qué tipo de muestra se tomó para hacerlo, etc. Lo que sí se puede apreciar es el manejo permanente desde los medios de comunicación y desde el gobierno nacional para incriminar a cierto grupo de personas (vaya a saber cuál) con los hechos vandálicos.
Esta manipulación por parte de quiénes hegemonizan la información, tiene un grave resultado para el análisis de la situación. Lo que termina pasando, una vez más, es que se desvía el foco de atención y el nudo del problema.
La situación en el Sarmiento es catastrófica. El servicio realmente es pésimo, con constantes demoras y cancelaciones. En los horarios pico es prácticamente una odisea subirse a algunos de los vagones, ¡y ni hablar de bajar! Por otra parte es lamentable el estado de las estructuras de todo el tendido. No tanto los trenes en sí mismos, ya que hay vagones nuevos, de dos pisos, con aire y todo. Lo alarmante es el estado de las vías y de la señalización. Aclaro que hablo como simple usuario, todas estas cosas se pueden apreciar a simple vista, yo no entiendo nada de trenes ni de mantenimiento de vías. Pero hay cosas que son evidentes y que saltan a la vista. Cualquier mortal puede darse cuenta de que no está bien que el tren circule por vías gastadas o emparchadas y que el estado de las señales es muy malo.
Inversiones existen. Constantemente hay obras en todo el ramal y proyectos de mejoras a futuro. El tema es que estos trabajos de mantenimiento son básicos. Digamos, estamos hablando de empresas que ganan muchísima plata a costas de transportar a millones de personas diariamente en condiciones como mínimo irregulares. Estas empresas no sólo cuentan con la complicidad del estado nacional, sino también de algunos representantes del sindicato. Por ejemplo, viendo un noticiero (no me acuerdo cuándo ni en que canal, perdón por la informalidad) escuché las palabras de un delegado de la Unión Ferroviaria (ay, Dios!) que defendía a la empresa justificando el mal servicio y denunciando un sabotaje en los incendios.
La cuestión es la siguiente, estamos de acuerdo en que está mal quemar los trenes, pero salir a buscar infiltrados responsables de las quemas es ocultar lo que está detrás de todo el asunto, y que es la mala administración del servicio, el enriquecimiento de los empresarios a costas de los pasajeros y la complicidad del Estado. De hecho, en otras oportunidades similares, también salieron a buscar culpables, y no encontraron a nadie!
Si me preguntan, los trenes deberían ser (como todo) nacionales. Y en el caso de que no lo sean, el Estado debería dejar de dar subsidios a estas empresas y garantizar el correcto funcionamiento del servicio. Y si a TBA no le gusta, que se vaya a otra parte. Salud!

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